viernes, 27 de julio de 2007

TA CO NA TA


Tenía nombre japonés pero nadie sabía por qué. Era bajita y menuda y permanentemente vestía de negro. Pero lo que la hacía distinta de otros pobres de la ciudad era su dinamismo. Ta co na ta no pedía en una esquina o en la puerta de una iglesia, no; ella pedía o recibía dinero sin pedirlo pero sin dejar nunca de andar; porque nunca paraba quieta. La podías ver caminando a buen paso por cualquiera de las calles más frecuentadas, desde los cantones al puerto; siempre en marcha, siempre como si tuviera prisa, como si algo se le escapara; desde la mañana hasta la noche.


Pero lo que realmente la hacía peculiar y conocida entre la chiquillería, que alegremente la perseguía y se mofaba de ella, era el hecho de caminar eternamente con una mano delante de la boca que no retiraba ni para hablar y que a cualquier pregunta que se le hiciera contestaba invariablemente con aquella misma frase que la hizo famosa: “Nunca chejamos” (*)

- Ta co na ta, ¿de dónde vienes?

- Nunca chejamos.

Y las historias que de ella se contaban decían que efectivamente había perdido algo. Contaba esa leyenda que había sido una joven de buena familia despierta y bella, y que había tenido un novio que la idolatraba, pero pobre. Este novio marchó a hacer las américas en busca de una dote con que llevarla al altar. Y que una vez lograda aquella riqueza ansiada embarcó en un frágil navío tristemente naufragado frente a la Costa da Morte en una noche tormentosa y aciaga; y que ni aquel novio ni la fortuna soñada llegaron jamás a puerto.

- Ta co na ta, ¿dónde vas?

- Nunca chejamos.

Cuando murió se encontró debajo de su colchón una arrugada fotografía de aquel novio desaparecido y una bolsa de basura con más de diez millones de las antiguas pesetas. Enterrada en el cementerio de Catabois, sobre el frío mármol de la losa que cierra su tumba, y si separas la maleza que hoy en día la cubre, aun puedes leer aquellas palabras que tantas veces ella repitió en vida y que aquí, en el cementerio, alcanzaron por fin todo su profético sentido: “Nunca chejamos”.

(*) “Nunca llegamos” en castellano.


THIAGO - Madrid, España.
http://elblogquethiago.blogspot.com/
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Thiago, también es autor del relato "Mis dos perras" que puede leerse en, Linde5-otro enfoque (Contra el abandono y el maltrato animal).

16 comentarios:

Unknown dijo...

Ta co na ta,es una historia de amor y desesperación. Es la eterna lucha del querer y no poder. La Costa da Morte, una vez más se salió con la suya, ahogando en frustración el sueño de dos vidas.
Pienso que después, Ta co na ta no paraba para llegar a algún lado, porque nadie como ella sabía que nunca llegamos a lo que realmente queremos.
¿Su amor derivó en locura o la locura se hizo amor? La respuesta se la llevó a la tumba.
Para mí, esta hitoria es un canto a la voluntad de vencer; el novio viajó "a hacer las américas" y ella se quedó e hizo las américas allí donde estaba,guardando el fruto de su lucha en la bolsa de basura.
Ta co na ta, conmueve. Te felicito, Thiago.

(Te invito a leer mi cuento "Esperando la comida" que encontrarás en esta misma galería)

Unknown dijo...

Ay, amigo, qué historia más triste. El amor fue vencido por la necesidad y por la Costa da Morte, con un saldo de locura en la viuda que seguía siendo soltera.
TA CO NA TA, llega al alma, porque en este país se repitió tantas veces, que el olvido prefirió archivar estos dramas.
Para mí, Ta co na ta, debe ser un ejemplo para todos, ahora que "somos ricos", y no nos sentimos reflejados en las urgencias de lo emigrantes "que nos invaden" para ganarse el pan en nuestro suelo. Y muchos, quizá, dejando atras otras Ta co na tas, entregadas a su locura de amor.

Thiago, un texto completo; humano, real y buen contado.

Uno del Montón

Anónimo dijo...

Qué conmovedora historia de amor frustrado! Una viuda soltera, qué puede ser más controversial que esto?

Será que su alma nunca dejó de buscar a su amor? Será que en su superficial locura nos encontramos nosotros con nuestras propias búsquedas? Siempre estamos detrás de algo, y a veces no "chegamos".

Espero que no quedemos divagando en medio de una locura.

Muy tierno, abrazos a Ta co na ta.

-Mar

Unknown dijo...

Ta co na ta, me emocionó. Su soledad, su locura, y el recuerdo por el amor perdido, ante el mundo la acorazaban.
La referencia de la inmigración de gris final,estremece.
El dinero encontrado en el lugar al que pertenecen las cosas superfluas cuando los sentimientos abundan (la bolsa de basura), para mí es toda una metáfora.
La definición usada por Juan Carlos y Mar, "viuda siendo soltera", creo que pinta la profundidad del drama de Ta co na ta.
Thiago, tu relato me ha gustado, y lo que gusta se agradece.

(Por si quisieras leerlo, tengo un texto aquí mismo, en Galería de Letras. Se titula "Un dolor que no se borra).

Unknown dijo...

El amor y la locura van de la mano cuando la realidad suelta amarras. Ta co na ta, seguramente lo intuía al ver partir al hombre de su vida. Él se fue a buscar un futuro mejor para los dos, y la Costa da Morte ahogó en lágrimas el proyecto de felicidad.
Ta co na ta, al morir, dejó al descubierto su secreto; guardar dinero en la bolsa de basura, por si un día el fantasma de su hombre volvía para anudar los dos destinos. Más que una manifestación de avaricia, la veo como una metáfora de reencuentro, como un deseo de unir dos esfuerzos.

Thiago, me encantó tu escrito; simple, pero directo.

(Te agradezco de corazón el haber sido el primero en visitar mi relato (Un amor entre hombres), y haberme dejado unas palabras de apoyo. De mi parte agradece a tus amigos que también lo hicieron. Los quiero a todos).

Unknown dijo...

Tu escrito me ha llegado con total nitidez; el amor y la locura se unen para desgarrarnos el alma.
No obstante, la historia despierta ternura; Ta co na ta tiene algo más que su locura.
Tiene el refugio de su secreto para desarrollar su vida interior.
El dolor de emigrar es otro detalle conmovedor del texto. Ahora, el zarpazo de la Costa da Morte, funciona como una guillotina en el ánimo del lector.

Thiago, tienes talento. Aprovéchalo.


((Me gustaría que leyeras mi "Finale in crescendo" -aquí mismo-, un relato totalmente opuesto a tu concepción de la literatura)

Unknown dijo...

Thiago, amigo, llegar a emocionar no es cosa fácil, pero tú sí que lo consigues. En casa nos hemos leído al cuento mi hermana y yo. Y a nosotros nos sensibiliza porque tenemos una tía media chiflada. Pero no como Taconata, que no molestaba a nadie; mi tía piropea a los hombres y los persigue en plan conquista, y la gente se ríe; tiene casi 80 asños y es más fea que la silla eléctrica.
Tu Taconata es la muestra de un drama humano. Ella se quedó rayada porque el amor le hizo una mala jugada. Así y todo, creo que el novio la pifió; tendría que haberse casado y haber viajado con ella a "hacer las américas".

Recibe un abrazo ecuatoriano.

(Sin ánimo de molestarte, me gustaría que leyeras mi cuento "Un sueño". Seguramente te gustará)

Unknown dijo...

"Nunca chegamos". Ta co na ta lo sabía, pero se movía incesantemente para destruir esa sentencia; ella quería "chegar".
Creo que en esta imagen reside el espíritu del cuento: aún sabiendo que nada se alcanza, ella tenía que seguir persiguiendo lo inalcanzable.
La locura llegó a su vera por un golpe de dolor, y ese mismo dolor la acorazaba ante las mofas infantiles. ¿Siempre se tapaba la boca? Claro, ella seguía siendo una dama y no dejaría escapar ningún improperio.
La rederencia a la inmigración, me retornó a mis orígenes, ya que desciendo de italianos pobres. Gente que, como el novio, vino a "hacer las américas".
Thiago, Ta co na ta, es un cuento inspirado y muy humano. Me gustó

Tito Grandi

(Amigo, gracias por tus palabras. El perro Fernando merece todos los halagos. Mi escrito es sólo el vehículo)

Unknown dijo...

Thiago, ¿Ta co na ta, es una historia verdadera? Te pregunto porque a mí me lo parece.
La verdad, me conmovió la forma que presentas ese abrazo de amor y locura. La pobre había perdido el novio, pero seguía buscándolo. Por eso no paraba. Iba de un lado a otro, como si tuviera prisa en encontrarlo, aun sabiendo que nunca "chegamos".

Un aplauso y un beso.
Madrileña de Chamberí

(Y ya que los demás te invitan a leer sus textos, yo también lo hago: se titula "El borrachín del barrio". Aunque, te aviso, nada que ver con lo tuyo)

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Thiago, tus buenas maneras para la narración, atrapa. En Ta co na ta no te extendés mucho pero decís tanto,que es imposible no amarla de inmediato.
Realmente, esta es una historia profunda, que con su juego de matices llega a emocionar.
Te agradezco por haberla escrito.

Un abrazo guatemalteco.

("El amante de todas las mujeres" es mi relato. Mer encantaría saber que te detuviste a leerlo)

Anónimo dijo...

Una historia de amor tan triste como real.. cuántas Ta co na tas en nuestras tierras quedan repitiendo en silencio el nombre del ser amado que por una u otra razón jamás vuelve a su lado! Cuánta verdad repetía Ta co na ta en su pequeña frase!

Unknown dijo...

Ta co na ta, es un ejemplo de amor, soledad y espera. Su historia, dramatizada por la locura, quizá no sea tan extraña ni tan fruto de la ficción; en España existieron muchas Ta co na tas que murieron esperando el regreso de aquel amor que partió a "hacer las américas".

Thiago, te felicito sinceramente. Que la literatura que llega al gran público, un día te acoja en su seno.
Un beso.

Unknown dijo...

TA CO NA TA, llega al alma, porque su esencia humana la aleja de la ficción. Es una más de las tantas historias que pululan por la vida, buscando una simple limosna de credibilidad. ¿Quién puede asegurar que ésto no ha ocurrido? El amor separado por la necesidad de adosarle el barniz del dinero, lleva a él a la emigración y a ella a la locura. La incansable espera, hace de Ta co na ta una presa fácil de las burlas, y un blanco difícil de la comprensión.

Thiago, tu cuento conmueve y por eso te aplaudo.

Dos3cuatro.
(Dado que no me conoces, te hago saber que uso este seudónimo, porque es el único que convierte mi individualidad en grupo de opinión)

Unknown dijo...

¡Qué historia más conovedora, Thiago! Me hiciste llorar. Ese ensamble de amor y locura sin perder la dignidad, es ejemplar.
Te felicito de todo corazón.

Besos mil.

BIRA dijo...

Iago, es una historia preciosa. Nunca me canso de leer tus escritos. Veo en mi bola que estás en el camino correcto para llegar a ser no un, sino EL intelectual.

Un aplauso a tus palabras y un beso para ti.

VIVIR ES EL ARTE DE ATRAVESAR ESPERANZAS. -R.M.J.