Memorias de hospital

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Soy apenas una momia
pequeñita, acomodada
en su sarcófago abierto
y desciendo suavemente
por una espiral morada,
protegida contra todas
las violencias de cuchillos
que despedazan el viento.

Me llaman voces antiguas
desde túneles secretos
y voy traspasando todos
los litorales del tiempo.

No sé en qué orilla de sombra
mi barca se desintegre,
porque sus velas son ascuas
que está consumiendo el fuego.

¡Qué no acabe este viaje
por las fronteras del sueño!
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Margarita Paz Paredes.
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