.
En llamas, en otoños incendiadas,
Arde a veces mi corazón,
Puro y solo. El viento lo despierta,
Toca su centro y lo suspende
En luz que sonríe para nadie:
¡Cuánta belleza suelta!
Arde a veces mi corazón,
Puro y solo. El viento lo despierta,
Toca su centro y lo suspende
En luz que sonríe para nadie:
¡Cuánta belleza suelta!
Busco unas manos,
Una presencia, un cuerpo,
Lo que rompe los muros
Y hace nacer las formas embriagadas,
Un roce, un son, un giro, un ala apenas,
Celestes frutos de luz desnuda.
Busco dentro mí,
Huesos, violines intocados,
Vértebras delicadas y sombrías,
Labios que sueñan labios,
Manos que sueñan pájaros...
Y algo que no se sabe y dice "nunca"
Cae del cielo,
De ti, mi Dios y mi adversario.
.
Octavio Paz
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario